“Se puede encuadernar con lo que tengamos al alcance de la mano”. Así empecé hace 11 años, revisando una
bolsa de retazos de telas.
Ésta estructura surgió en 2017 luego de hacerme de algunos ejemplares de Eloisa Cartonera, una editorial que utiliza cartón de caja para sus libros. Las cubiertas de Eloisa son de tapas de carton dobladas a la mitad y el libro estaba sujeto a las tapas a través de adhesivo en su guarda final.
Mi intención con esta investigación fue realizar una estructura que tenga mayor firmeza y peso en sus tapas por lo que se me ocurrió agregarle una tapa montada por dentro a la tapa y contratapa. Es una variación de una estructura estilo Bradel pero por dentro de las tapas y sin recubrir.
Ademas del peso, el agregar tapas montadas permite realizar una ventana o diseño calado.
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La investigación sobre estructuras de encuadernación me ha llevado a terrenos inesperados, emocionantes y diver tidos. Me he encontrad hablandome en medio de un proceso, proponiendole a un objeto que cambie , que juntos nos
podemos transformar en una mejor versión o al menos diferente. Si hay novedades el trabajo me mantiene entusiasmado, cuando repito procesos me pierdo en la maquina interna de la productividad entonces vuelvo a plegar un papel para encontrarme nuevamente en una búsqueda.
En ese círculo me siento libre y descubriéndome, retroalimentando el camino con nuevas cosas: probando la
habilidad del lenguaje, la infinidad del desierto, la espectacularidad del caos.
Con cariño
GonzaG