Procesos creativos. El cómo de los qué.
Estar en un constante proceso. La obra termina e inicia el que sigue. A veces es puro goce y otras una lucha interminable. Nada es desechable en el proceso, solo es parte de ÉL. Que no sea parte de la obra no lo deja afuera del obrar.
Proceso y registro van indetenidamente de la mano. No se puede procesar, obrar, hacer, realizar sin registrar. El proceso queda en el cuerpo: en los aromas, en las manos, en la mente, en el tiempo inconsciente. EL OLVIDO ES UN DERROCHE DE TIEMPO. La mente hace recovecos profundos, por eso, es trascendental llevar otro registro: cuaderno, anotador, computadora, grabación de voz, interlocutor, lo que sea. REGISTRAR, SABER DONDE RECURRIR: papelito, papelón, cuadernito, archivo, lo que sea.
PROCESO CREATIVO es una vorágine de ideas. Nada es descartable. Esto que estoy haciendo ahora es un proceso creativo
Estar en un proceso, es estar en movimiento, cambiando, descubriéndote. Es un desafío de valentía y una interacción constante entre el adentro y el afuera. Ahora miro por la ventana, el cielo no está. Solo bruma crece y se mueve. El pájaro aguarda algo sin embargo yo tomé la iniciativa de escribir esto.
Intentare desagregar el proceso creativo en diferentes etapas.
IDEA. Iniciativa, Disciplina, Expansión, Alcance.
(En este artículo será Iniciativa, veremos si tengo la disciplina suficiente para desarrollar la etapa “Disciplina”).
La iniciativa es el comienzo de algo, hacerse cargo de que algo dentro está queriendo salir y nos modificará para siempre. Aunque sea de forma inconsciente, el cambio será real y durará lo que tenga que durar. En un proceso podemos creer que tenemos el control pero esto no es absoluto, las neuronas van imprimiendo nueva información en el cuerpo y lo que ocupa nuestra mente comienza a modificarse.
La iniciativa es el siguiente paso a la idea. Aunque este camino puede ser alterno: primero tener la iniciativa de comenzar por lo inexplorado y luego llegan las ideas. De la forma que sea hay que avanzar en un sentido. Una vez que las ideas comienzan a nacer, la sinapsis neuronal hará lo suyo y las ideas se multiplicarán. Una y otra vez.
Podemos dejarnos llevar por la reproducción y abrazar las ideas como crías hambrientas que quieren toda nuestra atención. Sin embargo, esto nos es posible como tal en el mismo momento. Hay que ponerlas en su lugar y dedicarles el tiempo de acuerdo a lo que nos diga la intuición y la razón.
El camino intuitivo suele ser adecuado cuando nos dejamos llevar sin un objetivo concreto, si solo estamos en una búsqueda para ver qué aparece. La generación de ideas adecuará cada una de ellas dependiendo a cómo intervenga la razón en el proceso.
La razón ordenará en pos del pragmatismo y funcionalidad, de acuerdo a las necesidades del objetivo.
El objetivo direcciona la búsqueda y también la condiciona.
Tengo una idea, le hago preguntas.
¿Para qué servís?
Árbol familiar, ramificar, hermanar, expandir, amplificar, desarrollar, multiplicar.
Usos para diferentes proyectos: versatilidad.
Impacto medioambiental.
Impacto social, ¿a qué invita? ¿cuál es el alcance'? ¿se puede compartir?, ¿la puedo desarrollar en soledad?
Impacto personal, ¿qué me convoca a desarrollar esta idea? ¿cómo cambiará mi vida?¿cómo seré diferente luego?
Posibilidad de MULTIDISCIPLINA, cuales son, posible equipo de trabajo.
Recursos: materiales, elementos, programas digitales.
Plazos estimados
Maquetas, prototipos
Viabilidad productiva, comercial.
¿Tienes una idea? Hazle preguntas.
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Con cariño
GonzaG
gianottigonzalo@gmail.com