Empezar una carrera y terminarla fue para mi un gran desafío. Hasta ese entonces me consideraba inconstante con mis proyectos, nada me satisfacía lo suficiente como para dedicarle tiempo todos los días, salvo la música. Incluso lo intenté, tuve mi paso por el conservatorio de música y me di cuenta que no era para mí ese tipo de educación para aprender piano o guitarra. Entonces lo hice de forma autodidacta.
No estoy seguro que el termino sea el mas apropiado, autodidacta es “enseñarse a uno mismo”, y en el caso con el instrumento musical fue más bien encontrar la FORMA de enseñarme y no tanto el contenido. El contenido puede salir de cualquier libro, internet, vínculos, etc.
CON LA GUITARRA ME VOLVÍ CONSTANTE, desde los 17 hasta los 30 años toqué casi todos los días, la llevé a todos los viajes. No por eso soy un gran guitarrista, sino que EL SONIDO ME DEFINE, me defiende, me cuestiona, me emociona, me lleva a lugares en donde quiero vivir un rato más.
La disciplina en el toque del instrumento se dio de forma espontánea: yo te amo guitarra mía, vos me amas, así como soy, seamos incondicionales, AMÉMONOS TODOS LOS DÍAS, sin prejuicios musicales, solo tocarnos hasta que los dedos duelan, hasta dejar tu marca debajo de mi pecho izquierdo, cantemos con la gente que nos rodea, gritemos con los ojos cerrados que nadie nos mira.
Entonces definiré a la disciplina de esta manera: es el amor y la dedicación por lo que te gusta hacer, sumado a LA CONSTANCIA DE EJERCER ESO QUE TE ENTUSIASMA. ¿Será así? No lo sé, pero tampoco es mi intención ser la RAE, sino un simple mortal escribiendo sobre sus pasiones.
Me recibí de Técnico Superior en Administración de Pequeñas y Medianas Empresas en el año 2012 en la ciudad de La Plata y volví a Olavarría, a ver qué podía hacer. Tenía herramientas para emprender, quería hacerlo, me faltaba ENCONTRAR LA IDEA.
Conocí la encuadernación artesanal el enero del 2013 en una feria viajando por la provincia de Córdoba, vi cuadernos hechos a mano y les presté atención. Tal vez AHÍ ME EMPEZARON A HABLAR. Ahora estoy recordando UN MOMENTO: al día siguiente escribí una breve canción que dice:
Quédate / quédate no vuelvas
Llévame / llévame no vuelvas
Mas allá del sol / más allá giran los árboles
Podría ser mi primera declaración a este amor, no lo sé. Solo fluyó una armonía con esa letra que la podes escuchar acá: https://www.youtube.com/watch?v=vJTnsTztrCY
en el minuto 9:54
Resulta que volví del viaje y ahí empezó todo.
Algunas cosas que hice, que dejé de hacer y otras que conservo:
* Cuando empecé no tenía NI IDEA de lo que era encuadernar, coser me parecía aburrido, yo solo quería pintar las tapas de los libros y escribir.
* Me interesaba encontrar formas de innovar, inventé un libro desmontable en donde las tapas se unían al cuerpo del libro a través de un abrojo. Funcionó parcialmente.
* Fui a muchas ferias a vender mis cuadernos, me cansé de hacerlo. Nunca tuve estabilidad económica produciendo y vendiendo.
* Durante 1 año volví al trabajo en relación de dependencia, administré un transporte. Tuve una dorsalgia y me costaba caminar, renuncié y me fui de viaje en el Fiat Duna hasta la Quebrada de Humahuaca.
* Empecé a dar clases de encuadernación, pude formarme, compré libros, tomé cursos, le dediqué más tiempo al oficio.
* Alquilé un espacio y armé un taller, ahí enseñaba y producía. Lo sostuve 2 años.
* Me vine a vivir a Tandil, tuvimos una hija y estamos esperando otra.
* La pandemia me convirtió: pasé de ser un docente viajero y presencial, a ser un docente casero y virtual.
* Sigo estudiando, produciendo y dando clases.
Muchas veces dije “¿Por qué no me dediqué a otra cosa?”, cansado de la inestabilidad de emprender y producir. Hoy DEFIENDO CON TODA LA ENERGÍA MI PROYECTO, tengo la vida que quiero tener, disfruto de ser profesor y artista, invierto en mi y tengo tiempo disponible. ¿Eso puede cambiar? Por supuesto! El desafío es aceptar, tomar decisiones oportunas y adaptarse. Bah, no sé, digo yo.
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Con cariño siempre
GonzaG
gianottigonzalo@gmail.com
